Esta noche, al llegar a casa, me han dado la noticia, de que Vicente Valls, vecino y gran amigo, ha fallecido; hace pocos días le visité en el hospital, caundo me despedía, tus últimas palabras fueron:
Abelardo, si no puedo ir a la presentación de tu libro, traemelo aquí, que yo te lo pagaré...
Vicente, amigo; te he escrito unos versos, así de pronto, salidos del alma.
Hasta siempre, amigo mío.
Sin tí, la noche es más noche,
sin tí ,el día es menos día.
Sin tí , el agua es estanca;
sin tí, la lluvia es ceniza.
La huerta que te vió nacer,
el río que te vió cruzar;
el pueblo que te vió vivir,
la noche que te vió soñar.
De almas cálidas y despegadas
el cielo hoy está mas lleno;
de corazones amables y templados
hoy está mucho más repleto.
Postrado en la cama del hospital
con semblante serio me decías:
Por hacer, voy a hacer lo imposible
por acompañarte en ese día.
Que manotazo tan duro,
que empujón nos han dado,
y aun de cuerpo presente
el dolor nos ha derrumbado.
Esta noche miraré las estrellas
para ver si te veo asomar;
guíñame un ojo, amigo mío
por que sé que arriba estás.
Hasta siempre Vicente.
1 comentario:
Me encantó tu poesía y sobre todo, me emocionó. El afecto y el reonocimiento al amigo que se fue se palpa en tus letras. Un abrazo. Magda
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