Si el canto tuviera nombre,
si la mirada tuviera voz;
si la tormenta fuera un susurro,
si la sangre solo fuera sudor.
Si el llanto fuera una sonrisa,
si la tristeza tuviera color,
si el hambre nunca existiera
y el humo solo fuera vapor.
Si la soledad se fuera de fiesta,
si el vinagre se volviera licor;
si las lágrimas no fueran amargas
jamás te hubiera necesitado yo.
Si el desierto fuera un oasis,
si la pena jamás causara dolor;
en el páramo crecieran flores
y el olvido no fuera desamor.
Pero la noche siempre es oscura
y las sombras siguen dando temor;
la soledad sigue siendo triste
y aún hay quien sufre por amor.
Siempre, siempre estás ahí cerca
notando tu ánimo y tu calor;
y por saber siempre supe
que sin tí, nada tendría valor.
Abelardo Manuel Martínez
3 comentarios:
soy un buen amigo de laura,un amante de la escritura,solamente felicitarle por tan buenos sentimientos reflejados en papel.Felicidades Abelardo
SI LA TRISTEZA TUVIERA COLOR...¿QUE COLOR PIENSAS TU QUE TENDRIA?.
FELICIDADES
Os agradezco a los dos vuestros comentarios, de verdad. Muy buena pregunta sobre el color que tendría la tristeza, pero muy difícil de contestar; quiero pensar que sería verde o azul esperanza, pues muchas veces la tristeza tiene esperanza, aunque sea difícil.
Publicar un comentario