De noche cuando pongo
mis sienes en la almohada
y hacia otro mundo quiero
mi espíritu volver,
camino mucho, mucho,
y al fin de la jornada
las formas de mi madre
se pierden en la nada
y tu de nuevo vuelves
en mi alma a aparecer.
Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos,
comprendo que en tus ojos
no me he de ver jamás,
y te amo y en mis locos
y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes,
adoro tus desvíos
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más.
¡Qué hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo,
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tu siempre enamorada
yo siempre satisfecho,
los dos una sola alma
los dos un solo pecho,
y en medio de nosotros
la tierra, la luna y el sol.
2 comentarios:
Hola,se ve que desde muy niño sentias el amor muy profundamente,lo plasmas en este ultimo poema que has colgado en blog,que deduzco que serias muy niño por los años que hace que lo escribistes
FELICIDADES Y GRCIAS POR DEJAR QUE DISFRUTE DE ESTOS ROMANTICOS POEMAS
Bueno, tengo 48 años, tenia 17 años mas o menos, jajja, si, el poeta romantico nace asi, es así, esa forma de vivir la vida, el amor, ya lo llevas dentro; y creo que siempre fui asi para bien o para mal, te agradezco el comentario, que acabo de ver, iba a cerrar ya el ordenador y entre al blog, buenas noches
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